sábado, 30 de abril de 2011

SÍNTESIS TEÓRICA ENTRE KARL MARX Y MAX WEBER

Al momento de realizar un acercamiento a estos dos autores, de inmediato llega la pregunta de qué tan alejados o cercanos están en sus pensamientos, llegan tesis que dicen que Weber escribió entorno a Marx o en respuesta a Marx, otros que piensan que Weber lleno el vacío que no pudo terminar Marx, etc. 

En el siguiente ensayo se tratará de evidenciar qué relación se puede encontrar en  Marx y Weber. Para dicho trabajo se tomarán conceptos como el de clase social, burocracia, religión, etc., que muestran dos caras de la moneda en estos autores, en algunos se podrá ver lo cercano que estaba Weber de Marx y en otros se evidenciara un alejamiento de concepciones. También se hará especial hincapié en el texto de Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, texto que se presta para muchas interpretaciones en cuanto a Marx y al Marxismo de la época.

1. Contexto histórico y posición de Max Weber en cuanto a Marx y el Marxismo

Al tratar de realizar una relación entre Marx y Weber hay que tener en cuenta la época de cada uno de ellos, y es que para cuando Weber iniciaba su desarrollo intelectual, Marx se encontraba en sus últimos años de vida, llegando a morir cuando Weber tenía 19 años.

Por tal motivo Weber no conoció toda la obra – de por sí inconclusa- de Marx,  ya que aun después de la muerte de Weber en 1920 todavía no se había publicado algunos libros del trabajo de Marx.

Es por tal razón que se dice que Weber más que realizar una crítica a Marx la realiza al marxismo de la época al considerarlos deterministas económicos que ofrecían teorías mono-casuales de la vida social[1], es decir, pensaba que la teoría marxista explicaba todos los desarrollos históricos a partir de la aspectos económicos, pero éste más que ser un fundamento expuesto por Marx era una características de los marxistas posteriores a él. Uno de los aspectos que mas incomodaba a Weber de la teoría marxista era la de que las ideas eran reflejos de los intereses materiales, y en especial intereses económicos, por lo cual éste centró su interés en los efectos que tenían las ideas sobre los aspectos económicos.

Como es bien sabido Marx centra su atención hacia el capitalismo, enfocando su trabajo hacia una teoría sobre éste, mientras que Weber en la perspectiva de darle más interés a las ideas que a los aspectos materiales, considerando a las ideas como fuerzas auténticamente autónomas[2], centra su atención hacia una teoría del proceso de racionalización.

Es por tal motivo que algunas veces se entra en la determinación de centrar posiciones en cuanto a estos dos autores, considerando que Marx le da supremacía a las condiciones económicas y por otro lado Weber cree que otros aspectos sociales como la política, la religión pueden tener incidencia y mayor supremacía sobre las condiciones económicas.

Estos aspectos y otros tratarán de ser problematizado en los siguientes acápites, en los cuales se busca evidenciar que relación se da entre estos dos maestro de la sociología clásica. 

2. La “Ética protestante” y el “Espíritu capitalista”

Correlación Economía – Religión  
Como se menciono al principio, son varios los autores (Parsons, entre otros) que creen que La ética protestante y el espíritu del capitalismo es una refutación a Marx, pero como lo evidencian Michael Lowy en “Dialéctica y Revolución”  y Joseph Gabel en “Una lectura marxista de la sociología religiosa de Max Weber”, son más los acercamientos teóricos que se encuentran entre Marx y Weber en dicho libro que las refutaciones conceptuales.

De acuerdo a la problemática que se evidenció al final del acápite anterior, en la cual Weber al contrario de Marx no le da supremacía a las condiciones económicas sobre otros aspectos sociales sino que cree que aspectos como la política y la religión pueden tener incidencia sobre las condiciones económicas, queda refutada al evidenciarse lo siguiente:

En su introducción de los Gesammelte Aufsätze zur Religionssiziologie (1920) – en la cual el primer volumen es la Ética protestante… - Weber sostiene que: “Se tratará, pues los rasgos distintivos del racionalismo occidental y, en el interior de éste, de reconocer las formas de racionalismo moderno, y después de explicar su origen. Toda tentativa de explicación de éste orden deberá admitir la importancia fundamental de la economía y tener en cuenta, ante todo, las condiciones económicas”[3].

Por otra parte en la Ética protestante se tiene la concepción de que Weber cree que el espíritu del capitalismo no podría ser otra cosa que el resultado de ciertas influencias de la reforma protestante, pero dicha tesis queda fuera de forma cuando Weber en una parte del mismo libro escribe: “Por otra parte, es imposible sostener una tesis tan fuera de razón y doctrinaria, que pretenda que el espíritu capitalista… no podría ser otra cosa que el resultado de ciertas influencias de la Reforma, hasta afirmar incluso que el capitalismo como sistema económico es una creación de ésta”[4].        

Las anteriores citas evidencian que para Weber las condiciones económicas tienen importancia en cuanto a determinar por ejemplo, el proceso de racionalización moderno y que si bien no le da la supremacía que le da Marx a dichas condiciones, éstas son un aspecto fundamental para entender dicho proceso. Para justificar aun más esto y en cuanto a la significación de los aspectos económicos en el proceso de racionalización y sobre la concepción errónea de que para Weber aspectos sociales como los religiosos son capaces de determinar exclusivamente al sistema capitalista y que dichas condiciones económicas no son tenidas en cuenta, en la parte sobre el origen del protestantismo en Alemania se evidencia que los capitalistas se hicieron protestantes y no que los protestantes se hicieron capitalistas. También hay que tener en cuenta que para Weber el capitalismo necesita del apoyo de fuerzas religiosas como también necesitaba del poder del Estado, el protestantismo brindaba un apoyo moral a una tendencia histórica ya existente[5].                    

La Ética protestante más que dar supremacía a los aspectos religiosos o económicos, presenta una correlación  entre éstas dos estructuras culturales: La ética protestante y el espíritu capitalista[6], lo cual desarticula la tesis que pretende colocar en polos opuestos las concepciones de Marx y Weber, y acaba con la dicotomía entre aspectos religiosos o económicos.  

Religión e ideología
Para Joseph Gabel la Ética protestante se centra en lo siguiente: 1) Existe una forma particular de racionalidad necesaria para la expansión la economía capitalista, forma que sería un monopolio del pensamiento occidental; 2) esa racionalidad sería de origen religioso: el puritano, obsesionado por la temible doctrina calvinista de la predestinación, busca los signos de su elección, y los encuentra en su éxito en los negocios.

El puritano cree actuar según la gloria de dios, pero objetivamente su actuación favorece la gloria del capitalismo, esto coloca al hecho religioso como una condición y no como una consecuencia del hecho económico, pero como se evidenció anteriormente dicha premisa queda desarticulada, pero no se niega que dichos aspectos puedan actuar de forma recíproca.

Por lo dicho tal afirmación que dice que Weber hace una refutación al materialismo histórico, queda anulada cuando:
El materialismo histórico no ha negado nunca la acción posible de la ideología – religiosa o no- sobre la economía. Y además en dos capítulos de su Religionssoziologie Weber llega a conclusiones notablemente cercanas a las concepciones marxistas. En los capítulos sobre la sociología religiosa de la India y China, la religión aparece esencialmente como una ideología en el sentido marxista del término, es decir, como un conjunto de ideas utilizadas para resistir al cambio[7], en dichas sociedades el individuo no se ve motivado a adquirir una cultura diferente, en éste caso, la capitalista.

No se puede concebir el concepto de ideología sin el de falsa conciencia y tanto para Gabel como para Lowy, la sociología religiosa de Weber contiene una teoría no formulada de la falsa conciencia, una teoría implícita de alienación religiosa.

Para Marx la naturaleza ideológica de la falsa conciencia se sitúa en la comparación y en la inadecuación típica entre lo que los hombres creen hacer y la función social objetiva de su acción, al igual que Marx, Weber es conciente de que los resultados de la interacción no cubren necesariamente las intenciones de los protagonistas. Y como lo evidencia Wright Mills “el puritano quería servir a dios, y ha contribuido a crear (mas que crear, ayudo a expandir)  el capitalismo moderno”.

De esta forma se presentan la alineación religiosa y la alineación capitalista, los sujetos son dominados por sus propias creaciones, es decir, dios y el dinero. Para Weber los puritanos ven en el trabajo un fin último, pero la lógica capitalista evidencia que el dinero es el fin en sí mismo y el mismo Weber va a admitir de cierta manera la premisa de Marx de que dicho carácter irracional (que tiene su propia racionalidad) es dado por el capitalismo mismo y que no siempre necesita de las influencias religiosas. Como lo evidenció Marx en un aparte del tomo I del Capital, “el capitalista en la medida en que sus actos y omisiones son una mera función del capital personificado en él con conciencia y voluntad, su consumo privado se le antoja como un robo cometido contra la acumulación de su capital”. Es aquí cuando se puede marcar una diferencia entre Weber y Marx, al considerar el primero que dicha irracionalidad se da por fuerzas externas como la religiosa mientras que por otro lado Marx cree que ésta es una característica del mundo de producción capitalista y que no necesariamente necesita de fuerzas exteriores a las económicas.

Para cerrar este acápite, y para evidenciar que así como Weber tiene en cuenta la reforma protestante y su incidencia en la economía, es decir mirar la correlación economía-religión, Marx en los Grundrisse, borradores del Capital, publicados en 1939, 19 años después de la muerte de Weber, escribía: “el culto del dinero tiene su ascetismo, sus renuncias, sus sacrificios, la frugalidad y la parsinomia, el desprecio por los placeres mundanos, temporales y fúgales, la búsqueda del tesoro eterno. De aquí deriva la conexión del puritanismo inglés o también el protestantismo holandés con la tendencia a acumular dinero.”[8]                                   


3. Diferencia y convergencia conceptual: Burocracia y Clase social

Concepto de Burocracia
Éste es uno de los conceptos que más divergencia puede ocasionar en Marx y Weber, esto se evidencia de la siguiente manera. 

Para Marx la burocracia se define como el órgano administrativo por medio del cual se institucionaliza la posición de poder de la clase dominante[9], la cual estará representada en términos de un conjunto de funcionarios administrativos. La función principal de éste conjunto de funcionarios administrativos estatales será la preservación de un sistema productivo y político específico: el capitalista.[10] La burocracia se encargará de resguardar la prolongación y vigencia del sistema capitalista. Al estar inmersa en la lógica del capitalismo la burocracia también se encargará de que la explotación y dominación que se da al proletariado por parte de la burguesía continúe.   

Para Weber la burocracia además de estar representada en términos de un conjunto de funcionarios administrativos también se presenta como un sistema particular que es racional y objetivo, de gestión y acción administrativa. Para él la función de la burocracia estatal capitalista, en tanto cuerpo o conjunto de funcionarios, será el ponerse a disposición de los poseedores o representantes legítimos de los poderes autoritarios de mando, así como de hacer operativas las determinaciones tomadas en los centros e instancias de decisión política.[11] Para Weber el proceso de burocratización se presenta como la modalidad más acorde y compatible con los aspectos sociales y políticos que enmarca el capitalismo.

Es aquí donde se encuentra un primer punto de divergencia entre Marx y Weber, y es que mientras Marx ve un conjunto de procedimientos socialmente ineficientes y a una casta improductiva y parasitaria, Weber observa un sistema de acción de máxima racionalidad y eficiencia técnica.

Pero en dicho concepto los autores también manejan ciertas convergencias entre las que se encuentra que la aparición de la forma organizativa burocrática se da como producto de la creciente complejidad y diferenciación de la vida social, y que la creciente división del trabajo se ve alentada no sólo por la dinámica propia del sistema capitalista sino también por la difusión  de la misma forma organizativa burocrática que trae consigo una especialización del trabajo.
       
Otro punto de convergencia, es acerca de la naturaleza interna de la burocracia como sistema de acción o gestión, en el cual se evidencian los siguientes aspectos: la prueba, la autoridad y jerarquía y el secreto burocrático. La prueba como objetivación práctica de las cualidades operativas de quienes aspiran a obtener es status de funcionario. La autoridad y jerarquía como derivadas del saber y conocimiento de las dificultades que enfrentan las actividades burocráticas. Y el secreto burocrático acerca de qué se hace y cómo se hace, la información y documentación que se maneja y genera.[12]
  
En cuanto a la burocracia y el socialismo, Weber al contrario de Marx cree que un cambio de sistema productivo, del capitalismo al socialismo, tendrá poco impacto sobre la forma organizativa burocrática como modalidad de acción o gestión, en tanto que ésta se mantendrá en cualquiera de los dos sistemas como forma organizacional predominante, ya que dicha sustitución no significará cambio alguno en la estructura y forma de realización u ordenación del trabajo. Por el contrario la generalización de la propiedad estatal representara una burocratización en grado excesivo y, por consiguiente, verdaderas pérdidas en los márgenes de libertad individual y social. 



Concepto de clase social
Marx en su teoría centra su atención hacia la lucha de clases que se da básicamente entre burguesía y proletariado, dicha lucha se ve marcada por la carencia de propiedad y a la división social del trabajo impuesta por el capitalismo. Weber admite la significación de los conflictos de clase en la historia, aunque niega que el papel de la lucha de clases sea tan importante como lo postula Marx, pero dicha importancia se da en el  sentido de que no sólo los interés económicos son de importancia para dicho conflicto sino que también hay que tener en cuenta otros ámbitos de la vida social, por tal razón Weber le da importancia a lo que es la significación histórica de los monopolios de posición social, por lo cual es de mayor interés para él los conflictos entre asociaciones políticas (partidos) y entre naciones-estado que evidencian una lucha por el poder (en especial político).

Como es bien sabido Marx le da una vital importancia a la clase obrera en la lucha por derrocar el sistema capitalista, buscando un cambio hacia el socialismo con la ayuda de una revolución radical, pero Weber ante esto afirma que la clase obrera es incapaz de proporcionar la fuente de dirección política debido a su inmadurez y que dicha esperanza de liderazgo debe ser bajo las condiciones e interés burgueses, por lo cual cree que es equivoco considerar que la revolución radical es el único medio de emancipación política y de adelanto económico de la clase obrera[13] y que como se menciono anteriormente dicha emancipación se daría sólo dentro de los intereses de la burguesía.

Un punto de vista que permitiría ver un tipo de complemento de Weber a Marx, es en cuanto a la estratificación social, y es que como es sabido Marx se ocupo de la dimensión económica de la estratificación, la clase social. Weber va a abrir el panorama al exponer que otras dimensiones de la estratificación eran importantes y que ésta debía incluir la estratificación sobre las bases del prestigio (estatus) y del poder.
                         
Con ésta concepción de estratificación se produce una divergencia en cuanto al concepto de clase de Marx,  Weber define la clase como cualquier grupo humano que esté en la misma situación de clase, es decir, en la misma situación económica o de mercado.[14] Pero para Marx la clase no puede identificarse ni con la fuente de ingresos ni con la posición funcional en la división del trabajo. Y si bien Marx no dio una definición de sistemática de clase esta puede ser entendida como la manifestación del modo de producción de la sociedad en el sentido de que el modo de producción mismo se define por las relaciones que intervienen entre las clases sociales y estas relaciones dependen de la relación de las clases con los instrumentos de producción.[15]    

4. Conclusiones

Después de analizar los dos más importantes sociólogos clásicos, se puede evidenciar que no se trata simplemente de decir que un autor refutaba al otro sino más bien en qué manera se articulan y pueden llegar a complementarse. En el caso de Marx y Weber, se puede ver que a pesar de que en algunos aspectos divergen en otros se correlacionan, como se mostró anteriormente no es necesario enfocar un autor en el ámbito económico  y otro en el ámbito religioso, sino que estos dos aspectos son importante en el desarrollo histórico, en este caso, del sistema capitalista.


Marx logró un trabajo grandioso sobre el ámbito económico, pero debido a su fragmentada obra, no se logró articular otros aspectos sociales y si bien se puede decir que Weber partió del trabajo de Marx (algunos piensan que para refutarlo, otros que para complementarlo) éste consiguió enfocar de manera brillante, una teoría que permitía observar de qué manera aspectos como la política o la religión, podían influir en las condiciones económicas existentes y generar una alternativa a la teoría marxista determinista de su época, la cual explicaba todos los desarrollos históricos a partir de sus fundamentos económicos y que lo llevaron a encontrar un camino hacia  su teoría tipológica.           



[1] RITZER, George. Teoría sociológica clásica
[2] Ibíd.
[3] LOWY, Michel. Dialéctica y revolución. Cap. I: Marx y Weber: notas sobre un diálogo implícito 
[4] Ibíd.
[5] Ibíd.
[6] Ibíd.
[7] GABEL, Joseph. Una lectura marxista de la sociología religiosa de Max Weber.
[8] MARX, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (1857-1858)
[9] BONETTI, José Andrés. Acerca de la burocracia en Marx
[10] MÁRQUEZ Blas, Ricardo. Teorías clásicas de la burocracia capitalista: Hegel, Marx, Weber y Michels.
[11] Ibíd.
[12] Ibíd.
[13] GIDDENS, Anthony. El capitalismo y la moderna teoría social
[14] RITZER, George. Teoría sociológica clásica
[15] BOBBIO, Norberto. Diccionario de política



Bibliografía


BOBBIO, Norberto. Diccionario de política. Siglo XXI. México. 2005

BONETTI, José Andrés. Acerca de la burocracia en Marx. En: Revista de Filosofía, Nº 34, 2000-1, pp.55-56

GABEL, Joseph. Una lectura marxista de la sociología religiosa de Max Weber

GIDDENS, Anthony. El capitalismo y la moderna teoría social. Idea Books. España 1998

LOWY, Michel. Dialéctica y revolución. Cap. I: Marx y Weber: notas sobre un diálogo implícito. Siglo XXI. México.1995

MÁRQUEZ Blas, Ricardo. Teorías clásicas de la burocracia capitalista: Hegel, Marx, Weber y Michels.

MARX, Karl. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (1857-1858). Siglo XXI. Argentina. 1971

RITZER, George. Teoría sociológica clásica (3ed.).McGraw-Hill. España. 2001

ROTH, G.: Max Weber y el marxismo. En: ECO. Noviembre 1983, Nº 265

WEBER, Max. La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Ediciones península. España. 1973   

2 comentarios:

  1. Excelente laburo. Me sirvió bastante para aclarar algunas cosas.

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