RESEÑA: UNA INVITACIÓN A LA SOCIOLOGÍA REFLEXIVA. PIERRE BOURDIEU Y LOIC WACQUANT

“Una invitación a la sociología reflexiva”, es un texto que permite acercarse a la teoría sociológica expuesta por Bourdieu, un autor del cual su obra, sobre todo en nuestro continente, debido a deficiencias de traducción y otros aspectos ha sido entendida de manera fragmentada. Este texto permite repensar a Pierre Bourdieu y entender su obra y ver como puede ser aplicada una sociología reflexiva. Por dichas razones este libro es calificado como “el discurso del método” de Bourdieu.

El libro se divide en tres partes, en la primera Wacquant, profesor de sociología en la Universidad de California, Berkeley, e investigador en el Centre de sociologie européenne en París, y quien fue alumno de Bourdieu, realiza un esbozo de la obra,  del panorama intelectual y explica la estructura de la teoría del conocimiento expuesta por Bourdieu. En la segunda parte los dos autores entran en un dialogo, en el que se colocan en cuestión lo expuesto en la primera parte y una tercera y ultima parte en la que se muestra a Bourdieu dirigiendo unos seminarios universitarios en las que hay un debate acerca de la practica de una sociología reflexiva.     

Si hay algo que ha hecho Bourdieu es tratar de abogar por una teoría sociológica integrada, tanto en la parte teórica como en la parte práctica, es decir, acabar con las dualidades sujeto – objeto, sociedad – individuo, investigación cuantitativa – cualitativa, etc., que tanta segmentación han creado en la sociología. La teoría de Bourdieu se basa en una “praxelogía social”, dicha teoría toma aspectos de la “física social” expuesta entre otros por Durkheim, Sausser, Levi-Strauss, que le dan prioridad a la estructura y toma aspectos de la “fenomenología social” expuesta por Schütz, Berger, Luckmann, que le dan más importancia a las significaciones de los individuos. Al integrar estas dos teorías se logra hacer lectura de la doble realidad del mundo social, una en la que hay relaciones de poder y otra en la que hay relaciones de significado. Es aquí cuando se hace evidente otra característica de la sociología de Bourdieu y es que se trata de una teoría relacional, en la que se dice que “la sustancia de la realidad social yace en las relaciones”, permitiendo esto acabar con la dualidad entre individualismo metodológico y holismo (estructura). Bourdieu despliega esta concepción de la realidad social en sus dos términos claves, Campo y Habitus.

El Campo puede ser definido como “una red o una configuración de relaciones objetivas entre posiciones (dominación, subordinación, homología)”, el Campo reemplaza la noción de sociedad y espacio social en Bourdieu, en dicho Campo es donde se dan las luchas de poder por parte de los agentes, los cuales según su posición en el Campo luchan por el monopolio sobre el capital que predomine en él. El Campo es superior a los agentes y a los objetos que se encuentren dentro de él. Por otra parte esta el concepto de Habitus, que puede ser definido como un “mecanismo estructurante que opera al interior de los agentes (esquemas mentales y corporales)”.  El Habitus se rige a lo impuesto por el Campo, es decir, reacciona de manera coherente y sistemática ante este, opera dentro de los límites expuestos por el Campo.  Se entienden las nociones de Campo y Habitus en sentido relacional, porque actúan sólo uno en relación con el otro.

Otro de los conceptos claves de Bourdieu es el de “violencia simbólica”, la cual es la violencia que se ejerce sobre un agente con su complicidad,  también se hace referencia al concepto de Estado, el cual es como una especie de metacampo, en el que hay “un conjunto de campos burocráticos en los que tienen lugar las luchas en las cuales esta en juego es el monopolio de la violencia simbólica legitima”. 

Después de explicarse los términos claves como Campo y Habitus y hacer referencia a otros conceptos de la obra de Bourdieu, se explica algunas de las consideraciones hechas por él para lograr una reflexividad epistemica en la sociología y en las ciencias sociales en general. Bourdieu dice que hay que incluir una teoría de la práctica intelectual como un elemento necesario de una teoría crítica de la sociedad, la cual buscaría; 1) tener como objetivo primario el inconsciente social e intelectual; 2) hacer de dicha ciencia una “empresa colectiva” y 3) afianzar la seguridad epistemológica de la sociología. 

El sociólogo tiene que evitar varios sesgos que nublan la visión sociológica, como son el origen social, la posición dentro del campo académico y el sesgo intelectual, los cuales al ser superados permiten “construir el mundo como un conjunto de significaciones a ser interpretadas en lugar de un haz de problemas concretos de resolución práctica”. Se trata de hacer una objetivación sociológica del objeto y de la relación del sujeto con el objeto (intereses). El sociólogo debe objetivar el mundo social y objetivarse a sí mismo y objetivar la posición que ocupa en el espacio académico. Se trata de hacer un retorno reflexivo sobre el sociólogo y sobre su universo de producción. En otras palabras se trata de “intentar transformar los principios de la visión mediante los cuales construimos (y por tanto podemos formar racional y humanamente) la sociología, la sociedad y, en última instancia, a nosotros mismos.     

En el texto se entablan varias discusiones teóricas con otros autores, como por ejemplo, la ya conocida hacia la elección racional y al individualismo metodológico (Elster, Becker, etc.), “Bourdieu no niega que los agentes afronten elecciones y tomen decisiones, lo que discute es que lo hagan de manera consciente, sistemática e intencional, como lo postulan los teóricos de la elección racional, el insiste por el contrario en que la toma de decisión deliberada o que sigue una regla <nunca es más que un expediente provisional que apunta a cubrir completamente la falta de fuego del Habitus>”; entre la teoría de Campo y la teoría de sistemas de Luhmann en la cual se da como diferencia esencial, las luchas y por ende la historicidad  que se da en los campos y que no tiene en cuenta la teoría de sistemas, además un Campo no tiene componentes o partes como si lo tiene un sistema.

El libro da un panorama más completo a la obra de Bourdieu, la cual al no ser leída y entendida de manera completa da lugar a señalamientos y cuestionamientos hacia ella. Se trata de, como se menciono anteriormente, repensar a Bourdieu y a su teoría, entender porque esta en contra o a favor de distintas teorías, como intenta buscar una integración de la sociología y de las ciencias sociales, las cuales están llenas de dualidades que la fragmentan, además hay que hacer especial énfasis en la “unificación” entre teoría y práctica,  que todo sociólogo debe realizar con toda la rigidez y seriedad ante una investigación social. Investigación en la cual si bien el sociólogo llega con prenociones, este debe objetivarlas, y objetivar lo preconstruido,  ya que como  sostiene Bourdieu, lo preconstruido está en todas partes: “el sociólogo está literalmente sitiado por ello. Carga así con la tarea de conocer un objeto - el mundo social - del que es producto”. Para resolver esta situación paradójica, la reflexión de Bourdieu es ante todo un autoanálisis del sociólogo como productor cultural y, al mismo tiempo, un pensamiento sobre las condiciones sociohistóricas de posibilidad de una ciencia de la sociedad.

El texto es una invitación a repensar la sociología, la sociedad, la academia y a repensarnos como sujetos y a reflexionar sobre nuestra tarea como investigadores sociales y sociólogos.